martes, 26 de junio de 2012

A CONTAR...


Nadie cuenta los dedos como ella.

Cuando me acerco, coge y palpa con sus manos uno a uno mis dedos. Comienza: "uno... dos... tres... cuatro... ¡cinco! ¡SON CINCO! -exclama asombrada-.

Luego repaso:
- ¿Cinco y cinco?
- Diez.
- ¿Diez y diez?
- Veinte.
- ¿Veinte y veinte?
- Cuarenta.
- ¿Cuarenta y cuarenta?
Duda
- Sesenta.
- Ochenta.
Corrijo a la vez para que no parezca una corrección. Y este ritual acontece todos los días. Es maravilloso.

Tiene voz de miel cortada y quebrada, sonrisa plácida y serena; es toda manos, oídos y corazón. El resto del cuerpo no le funciona. Nadie cuenta los dedos como ella. No es una niña pequeña; es mi madre. Tiene noventa y dos años. Es un ser totalmente indefenso y dependiente, ávido de amor y caricias. El Señor me bendijo con su paz.

Nunca pensé que nadie pudiera hacerme tan feliz solo por contar mis dedos.


4 comentarios:

  1. ¡Qué historia tan bonita y qué bellamente contada!Enhorabuena Maria Luisa, por tu madre y por tu talento.

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  2. Gracias, Alicia, por tus palabras tan amables. Son un gran estímulo para mí.

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  3. Felicidades María Luisa,con tu corazón impregnado de mucho amor escribes bellas palabras para tu querida madre. ¡Una madre es el mejor tesoro que tenemos ! Un abrazo para las dos. Marí Carmen Llorens

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  4. Gracias, Mari Carmen por tus palabras. Tú sí eres una gran persona. Estoy esperando con ilusión que se publique tu libro "Viaje al país de U". Un abrazo.

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