Era evidente cierta timidez en el niño, pero aquél martes llegó cabizbajo y permaneció así durante toda la mañana. Alicia se le acercó en mitad de la clase y elevó con suavidad su rostro. Bajo la barbilla, el chico ocultaba una incisión cosida con cinco puntos de sutura.
X- 17 de marzo de 2010
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